Sr. Fontanarrosa:
Me comunico mediante este medio, por el simple hecho de que
se me escapan las ideas. Tal vez al llevarlo a lo escrito aquello que se me
escapo llegue por fin a su destinatario. Plasmar mis palabras es en parte dejar
plasmado algo de mí. Y precisamente es lo que lo trae a usted como destinatario
de mis ideas.
Antes prefiero presentarme mi nombre es Hannibal Lecter, o
Dr. Lecter como me llaman mis pacientes. Tengo de profesión el título de
psiquiatría, más soy lector por vocación. Es por ello que me conecto con usted,
pues tengo en mi haber varias historias que me gustaría que plasme usted, es mi
ferviente deseo que escribamos un libro juntos.
Dirá capaz que estoy loco, pues citando al gran Lewis
Carroll “las mejores personas lo están”. Imagínese usted el éxito de aquel
libro de tapa dura y roja, el rojo no puede faltar, con el tiempo si acepta mi
propuesta sabrá por qué. Perciba conmigo el éxito de tal libro, tendría hasta
más seguidores que la biblia. Su humor, astucia, y lo detallista en sus
escritos, combinarían impecablemente con mi inteligencia y vivencias. Tal vez
seremos tratados como la personificación de Don Quijote y Sancho Panza, al
usted seguirme en tal locura. Pero le puedo asegurar que tendríamos el mismo
éxito de aquel par.
Es de mi preferencia no robarle más tiempo, por lo que
finalizo mi comunicado a la espera de su respuesta.
Atentamente Dr. H. Lecter, espero su futuro socio.
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